Hay dos cosas que no se le pueden negar a nadie; un vaso de agua y un título de abogado de la Universidad La Gran Colombia. ¿Qué hubiera pasado si Hitler hubiera continuado su carrera como pintor y no como político? Sin duda, una gran cantidad de delitos en contra de la humanidad se pudieron haber evitado; la segunda guerra, el genocidio y las masacres, producto de un discurso de odio pronunciado por un pintor frustrado. En el caso de Samuel Ángel, la falta de talento artístico del abogado y maestro en música lo ha orillado a generar sus propias fuentes de ingreso.

Con un mensaje de odio disfrazado de ideología próvida anticomunista, Samuel se vende en América Latina como conferencista y Presidente fundador del Instituto de Investigación Social Solidaridad, en dónde el abogado colombiano más allá de darse a la tarea de egresar estudiantes con conciencia social, se ha pronunciado para pedir donaciones en nombre de la religión para financiar su campaña política anti derechos, lo cual pudiera representar un delito.

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En la página oficial de Samuel así como en la del Instituto de Investigación Social Solidaridad nos presentan el modelo educativo que ofrecen.  Encontramos “Cursos especializados” como: CÓMO ENFRENTAR LA POLÍTICA DEL RESENTIMIENTO y LA AMENAZA DE LA IDEOLOGÍA DE GÉNERO. SOBRE LA MUTACIÓN DEL SUJETO DE LA PERSECUCIÓN por una Inversión de $100 USD. De igual manera, en la página oficial del Instituto, dentro de sus programas virtuales se encuentra el DIPLOMADO INTERNACIONAL ONLINE DE ARGUMENTACIÓN PRÓVIDA FRENTE AL FEMINISMO, AL ABORTO Y LA BIOPOLÍTICA por $350 USD.

Estas son algunas de las materias en su plan de estudios:

  • Sobre la identidad: características y alcances
  • La guerra de identidad: deformando al ser humano
  • La política del resentimiento
  • El de los sentimientos para la guerra de manipulación
  • La guerra de la minorías contra la identidad de la mayorías
  • Diluyendo la política del resentimiento y el dolor
  • La amenaza de la ideología de género
  • La mutación del sujeto de la persecución
  • La victimización como arma de guerra
  • Los derechos humanos como trinchera
  • Qué hacer, cómo confrontar.

La Constitución Política de Colombia reconoce y describe el derecho a la educación en su artículo 67;

La educación formará al colombiano en el respeto a los derechos humanos, a la paz y a la democracia y en la práctica del trabajo y la recreación, para el mejoramiento cultural, científico, tecnológico y para la protección del ambiente

La educación en derechos humanos nos permite adquirir herramientas y conocimientos y transmitirlos a otros para desarrollar las habilidades y actitudes necesarias con las que promover la igualdad, la dignidad y el respeto por los derechos humanos, en nuestra sociedad y en todo el mundo.

En todo el mundo, estamos presenciando una inquietante oleada de xenofobia, racismo e intolerancia en dónde la educación juega un papel fundamental. Personas como Samuel Ángel están avanzando, y el discurso público se está convirtiendo en un arma para cosechar ganancias políticas con una retórica incendiaria que estigmatiza y deshumaniza a las minorías.

Hacer frente al discurso de odio no significa limitar la libertad de expresión ni prohibir su ejercicio, sino impedir que este tipo de discurso degenere en algo más peligroso, como la incitación a la discriminación, la hostilidad y la violencia.

La impartición de estos cursos y diplomados responsabiliza al estado como cómplice de la desinformación y de la difusión de un adoctrinamiento religioso que atenta contra los derechos humanos y la constitución de Colombia. ¿Dónde está el Ministerio de Educación de la Ministra María Victoria Angulo Gonzalez? ¿Será que el Instituto de Samuel financía también al Centro Democrático conservador del Presidente Duque?